Posiblemente sus redes sociales se hayan visto invadidas por mensajes y debates en relación a la aprobación del aborto legal en Argentina, un tema que no es baladí, y que ha sido defendido principalmente por el movimiento feminista a capa y espada, ganando definitivamente esta batalla.
En este episodio les daré mi opinión y espero no extenderme, porque tampoco es que tenga mucho que decir.
Sobre el tema del aborto tengo una opinión que se podría argumentar con una respuesta corta y una más larga. La respuesta corta es: si, estoy de acuerdo con que sea legal realizar una interrupción del embarazo, pero con matices, y aquí viene la respuesta larga.
Estoy de acuerdo con el argumento que ofrecen la mayoría de las mujeres de que su cuerpo es de ellas y deciden que hacer con él. Eso creo hay que respetarlo desde mi punto de vista, y lo hago porque me gusta que también respeten mi forma de pensar, porque haciendo uso de esta regla, mi cerebro es mío y con el pienso lo que quiera. Y con esto lanzo un pequeño guiño guiño a esa personas, sobre todo a las feministas radicales, porque si tú pides respeto para tus cosas, respeta también las mías y las de los demás.
Pero volviendo al tema del aborto. He escuchado y leído cosas de personas que están en contra, como por ejemplo: que todos los pañuelos verdes están en este mundo, gracias a que alguien pensó en azul. Con lo de pañuelos verdes se refieren a las personas pro-aborto. Lo cual si lo analizas fríamente y te quedas con el mensaje si, tienen razón, pero hay que ver si esos que pensaron en azul lo hicieron por decisión propia, o simplemente fueron obligados por las circunstancias. Recordemos que hace algunas generaciones atrás, junto con temas de religión y la forma de pensar de la sociedad, tópicos como el embarazo eran visto con lupa.
Pero este argumento de azules y verdes tiene un pequeño problema, que yo decida traer una criatura a este mundo no me da derecho a exigirle que ella haga lo mismo.
También he escuchado a personas que creen en una regulación para el tema del aborto con el fin de que no se use una interrupción como método anticonceptivo. O sea, se podría poner un límite de 3 interrupciones por ejemplo, y a partir de ahí sería algo ilegal. Podría decir que estaría de acuerdo si lo pienso, nuevamente, fríamente, pero volvemos a lo mismo, al final es la mujer la que decide que hacer con su cuerpo, y si sabiendo a lo que se expone con cada interrupción, decide hacerlo, miren, es su problema.
Luego están los argumentos de los Pro-vida, que ven el aborto como un asesinato y hay toda una disertación sobre como esa criatura desde que está formándose ya es un ser humano, y por supuesto, está su contrapartida diciendo que no, que hasta determinado tiempo no lo es.
Y con esto yo tengo sentimientos encontrados y hablo desde mi experiencia, me explico. Desde el minuto cero que supimos en casa que íbamos a ser padres, aún cuando Victoria era más pequeña que un frijol, comenzamos a amar a nuestra hija (claro que en aquel entonces no sabíamos sexo ni nada), pero la comenzamos a amar igual.
Es por ello que no entiendo, quizás porque evidentemente no soy mujer, como es la forma de pensar de aquellas que se despegan con total naturalidad de lo que tienen en el vientre. Pero volvemos a lo mismo una vez más, es una decisión que les pertenece a ellas, aunque sí y esta es la otra cuestión, aquí lo de la igualdad, los mismos derechos y la democracia se va al carajo, porque aunque el padre quiera tener la criatura, nada puede hacer. Y claro, me pueden decir: pero es que el padre no lleva la criatura 9 meses en el vientre. Y si, en eso llevan razón, pero la criatura se obtiene de una relación supuestamente consensuada entre dos partes. Pero en fin, otro guiño guiño.
Y digo que estoy de acuerdo con el aborto legal porque hay casos que para mi son excepcionales, y que conllevan un tratamiento más que especial. Casos que se han dado mil veces como el de las niñas o mujeres violadas que salen embarazadas. O casos donde la madre corre peligro y podría morir. Y con situaciones similares, creo que lo correcto es tener con el consentimiento de la madre, el derecho a un proceso de interrupción legal y con todas las garantías.
Ya sobre lo del aborto como anticonceptivo, pues no es algo que me agrade, pero una cosa es lo que yo piense y otra lo que decida la mujer que prefiera este procedimiento con todos los riesgos que conlleva, antes que cuidarse a la hora de tener relaciones sexuales. Supongo que todo dependa de la formación y educación sexual de cada persona y una vez más, de sus circunstancias.
De cualquier modo, seas tú pro-aborto o no, creo que estaremos de acuerdo que hay cosas que no podemos imponer y cada quién es libre de hacer lo que entienda con su conciencia, con su cuerpo y con su vida.